Simbología
En Barajas Marín Joyas, la simbología no se limita a los animales, sino que se entrelaza profundamente con las visiones cosmológicas y cosmogónicas que han definido la percepción del universo a lo largo de la historia. En estas visiones, el mundo se divide en tres grandes esferas: el supramundo, el mundo y el inframundo. Cada una de ellas representa no solo un espacio físico, sino también un nivel de existencia y significado.
El supramundo se percibe como el dominio de lo divino, un lugar elevado más allá de lo tangible, donde residen las fuerzas espirituales y celestiales. Este espacio está lleno de luz, esperanza y trascendencia, representando la conexión con lo eterno. En esta esfera se encuentran los símbolos que nos recuerdan el potencial del alma, la libertad y el vínculo con lo sagrado. Es el ámbito que inspira elevación, imaginación y la búsqueda de un propósito más allá de lo terrenal.
El mundo, por otro lado, es el plano donde habitamos, el espacio de la acción y la experiencia humana. Aquí se entretejen las historias cotidianas y los encuentros con lo natural. Este nivel no solo conecta al ser humano con su entorno, sino que también simboliza equilibrio, colaboración y las fuerzas que mantienen el orden de la vida. Representa el lugar donde los elementos de la naturaleza convergen para recordarnos nuestra relación con lo vivo y lo material.
El inframundo, profundamente místico, es el reino de lo oculto, lo desconocido y lo transformador. Es un espacio cargado de misterio, asociado a los ciclos de la vida, la muerte y el renacimiento. Más que un lugar oscuro, el inframundo es el territorio de la introspección y el cambio profundo, donde se enfrentan los miedos y se forja la fortaleza interior. Es el ámbito del renacimiento, el lugar desde donde todo regresa con mayor fuerza y propósito.
Cada una de estas esferas, el supramundo, el mundo y el inframundo, está presente en las colecciones de Barajas Marín Joyas como una invitación a explorar no solo la belleza estética, sino también el simbolismo profundo que conecta al coleccionista con su propia percepción del universo. Estas joyas trascienden lo visual, actuando como puertas a un entendimiento más amplio de la existencia y el equilibrio entre estas tres esferas cósmicas.
En Barajas Marín Joyas, además de explorar la cosmología y la cosmogonía, también profundizamos en las conexiones psicológicas que surgen de las piezas y su significado. La teoría de lo real, lo imaginario y lo simbólico nos permite entender cómo nuestras creaciones no solo resuenan en el plano estético, sino también en la experiencia interna de cada coleccionista.
Lo Real está vinculado a aquello que es tangible y concreto, los aspectos materiales y perceptibles del mundo. En nuestras piezas, esto se traduce en la forma, el diseño y los detalles que el ojo puede apreciar. Sin embargo, lo real no es solo lo que vemos, sino también lo que sentimos al portar una joya que conecta con nuestra esencia.
Lo Imaginario es el dominio de la percepción subjetiva, donde la pieza se convierte en un espejo de la identidad del coleccionista. Es el plano donde los colores, las formas y los símbolos evocan historias personales, sueños y aspiraciones. Lo imaginario permite que cada joya sea interpretada de manera única, creando una conexión personal con quien la lleva.
Lo Simbólico, finalmente, es el espacio donde convergen los significados universales y las narrativas colectivas. Aquí es donde los diseños se elevan más allá de lo personal para convertirse en símbolos que resuenan con mitos, culturas y arquetipos universales. Es el puente que conecta al individuo con el legado de la humanidad, permitiendo que cada pieza cuente una historia que trasciende el tiempo.
En este triángulo entre lo real, lo imaginario y lo simbólico, las joyas de Barajas Marín se convierten en algo más que objetos. Son un medio para explorar la identidad, conectar con el mundo y participar en una narrativa colectiva que une a los coleccionistas con algo mucho más grande que ellos mismos.
Nuestro Simbolo
El Jaguar: Símbolo de Poder y Misterio
El jaguar ocupa un lugar especial en las culturas mesoamericanas, donde es reconocido como un símbolo de poder, valentía y conexión espiritual. Este majestuoso felino no solo es un depredador formidable, sino también un emblema que representa la fuerza y la capacidad de dominar los reinos terrenal y espiritual.
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Simbología Cultural del Jaguar
En las civilizaciones prehispánicas como los mayas y los aztecas, el jaguar era venerado como un guardián de la noche y un guía entre los mundos de los vivos y los muertos. Su habilidad para moverse entre la luz y la oscuridad lo convierte en un símbolo de equilibrio, resiliencia y adaptabilidad. -
Para los mayas, el jaguar representaba la autoridad y el poder divino, a menudo relacionado con la realeza. Era visto como un protector de los gobernantes y un puente entre los dioses y los humanos. En la cultura azteca, los guerreros jaguar eran la élite militar, conocidos por su ferocidad y valentía en el combate. El jaguar simbolizaba su fuerza indomable y su conexión con lo sagrado.
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El Jaguar como Emblema de Barajas Marín
Barajas Marín escoge al jaguar como símbolo central de su marca por su profunda conexión con la región mesoamericana, donde este felino ha sido un emblema cultural y espiritual por siglos. En muchas culturas antiguas, los felinos mayores, como el león en África o el tigre en Asia, se utilizaban para representar el poder y la identidad de una región geográfica. En este contexto, el jaguar se alza como el símbolo por excelencia de América Latina, uniendo su legado cultural con la fuerza y el misterio de este animal. -
Conexión Emocional con el Jaguar
Llevar un símbolo como el jaguar es una forma de conectar con la valentía, la resistencia y la capacidad de superar los desafíos. Representa el espíritu indomable y el misterio que todos llevamos dentro. El jaguar inspira a quienes lo eligen como un recordatorio de su propia fortaleza y su poder interior.